Calendario Romano

domingo, 6 de noviembre de 2011

LATIN 4º DE ESO // 1º DE BACHILLERATO

Guión para el trabajo del primer trimestre: Lectura y comentario de la novela 'Guárdate de los Idus' de Lola Gándara.

DEPARTAMENTO DE CULTURA CLÁSICA   LATÍN 4º DE ESO /1º DE BACHILLERATO--CURSO 2011-2012--

1. http://es.wikipedia.org/wiki/Gu%C3%A1rdate_de_los_idusLee esta página y realiza los siguientes ejercicios:

a) Anota la ficha técnica del libro: Nombre de la novela; nombre del autor/a: editorial; colección (si procede); número de páginas; nº del ISBN…

b) Anota el argumento de la novela.

2. Lee atentamente los fragmentos del libro que te voy a presentar y contesta a las preguntas que hay tras cada fragmento:

Capítulo I.  IDIBUS MARTIIS (EN LOS IDUS DE MARZO = el 15 de marzo)
“En aquel aciago día de marzo, el sol llegó al ocaso a la hora acostumbrada. Sentado en la vieja silla de cuero, yo trataba de asimilar lo que estaba sucediendo, sin comprender todavía que la sangre vertida aquella mañana en el Senado nos iba a salpicar a todos nosotros.
--Han asesinado a César. Julio César ha muerto—había gritado el joven Membo, irrumpiendo en la estancia como un caballo desbocado.
Serían las once de la mañana. Porcia y yo leíamos a Hesíodo. Miramos a Membo creyendo que había perdido el juicio.
--Veintitrés. Veintitrés son las heridas—gritó el liberto.
--Se ha vuelto loco—dijo Porcia.
Pero tras él entraron algunos esclavos y también Epiduro, nuestro pedagogo griego.
--Han dado muerte a César.
--¡No es posible!
--Esta mañana, a la hora tercia… En el Senado.
Porcia palideció y me miró como un pájaro asustado. Algo me digo que las Furias se habían desatado sobre Roma en aquel día 15 del tercer mes del invierno, los idus de marzo. Una media hora más tarde, y antes de que ninguno de nosotros hubiese reaccionado, un mensajero entró precipitadamente…”

“...
--Escucha—empezó tío Mario--: al principio Julio César era un hombre justo… Un hombre que gobernaba con equidad. Pero a medida que crecieron sus victorias, su ambición se hizo desmedida…
Aquel año, en su quinto consulado, había conseguido el nombramiento de cónsul a perpetuidad, concentrando todos los poderes en sus manos.
--Entonces—intervine débilmente--, el Senado, los Comicios
--El Senado, Druso…, un títere en sus manos. En cuanto a las otras instituciones… A Julio César –siguió—sólo le faltaba el título de rey.
--Pero, tío—interrumpí--, hace unos días, en las Lupercales, Marco Antonio le ofreció una corona durante el desfile triunfal, y él la rechazó enérgicamente. Yo lo vi.
--No se atrevió a tomarla: lo observaba todo el pueblo.
--Se la ofreció tres veces –insistí--, y él la rechazó otras tantas.
--¿Y qué iba a hacer, coronarse delante de la multitud? Créeme, Druso: Julio César quería restaurar la monarquía, una monarquía absoluta y hereditaria.
--Pero Roma es republicana.
--Precisamente. Y para salvar la República se había hecho indispensable eliminar a César.
--¿Por eso lo han matado?
--Sí, Druso, por eso.
--¿Quién lo ha matado?
--Ha sido una conjuración. Todo se ha llevado a cabo según un plan cuidadosamente elaborado. Muchos trabajaron durante meses urdiendo la conjura, se entretejió la trama sutilmente… El otro día, cuando Marco Antonio le ofreció la corona, todo fue tan evidente… O se hacía ahora o la República estaría perdida…



à Buscar el significado de las palabras halladas en negrita. (Te recomiendo que uses la wikipedia)
à ¿Por qué mataron a Julio César?

Capítulo II. POSTRIDIE IDIBUS MARTIIS (el 16 de marzo)
La luz del alba se extendía por un cielo oscurecido. Se alzaban por doquier columnas de humo negro, y el aire, a pesar de lo bajo de la temperatura, era denso.
--Son los incendios –dijo Membo--. Ha sido una noche terrible.
Caminamos en línea recta durante largo rato por las calles desiertas y tomamos el camino de la Cuesta Pública. A los pocos pasos vimos el primer control.
--¿Qué hacemos?
--Nada. Seguir con toda naturalidad.
--Y si nos paran…
--Dejadme a mí, señor.
Los soldados nos dieron el alto, y uno de ellos, un tipo grueso y sudoroso, se acercó a nosotros.
-¿A dónde vais?
-Al Foro Boario. Somos esclavos del senador Lépido Catulo y vamos al mercado.
--¿A estas horas?
Membo le lanzó una mirada de irritación.
--Si yo fuese soldado como tú, no me tendría que levantar al alba. Pero soy esclavo y a la hora tercia he de tener las legumbres en la cocina.
--Ah, sí –dijo el soldado, ofendido--. ¿Y a qué hora crees tú que se levanta un soldado?
--Temprano, supongo. Pero te cambio el puesto ahora mismo. Además –dijo Membo señalándome--, te regalo esta especie de mastuerzo que mi ama me ha colocado.
El gordo me miró con curiosidad, y a mí me flaquearon las piernas: yo no acertaba a comprender qué se proponía Membo con aquel juego peligroso.
--¿Lo ves?—Membo alzó un poco mi capucha y aparecieron mis ojos asustados--. Acaba de llegar a Roma, y a mí me han colocado de niñera. Tengo que llevarlo conmigo a todas partes, enseñarle las calles, los baños, el mercado… Si fuese listo, le enseñaría mañas. Pero ¿lo veis, veis esta cara de mentecato? ¡Por Júpiter que me va a dar la mañana!”

“…
La casa del senador Flavio Valerio era una villa lujosa y confortable que se alzaba en la falda del Quirinal y a la que se podía acceder desde la Cuesta de la Salud, calle a la que daba la fachada principal. Como la mayoría de las casa de Roma, tenía el pavimento de dos gradas más alto que la acera, y la entrada, enmarcada por pilastras con lujosos capiteles, formaba un pequeño vestíbulo. En la cara interna de las anchas columnas, una puerta de madera labrada, con dos hojas que se abrían hacia adentro, daba acceso a las fauces, un pequeño corredor que conducía al primer atrio. El atrio era un patio cuadrangular rodeado de un pórtico, en el que se alineaban las habitaciones del servicio, con los tejados inclinados hacia el interior y los aleros profusamente decorados. En medio de los tejados se abría el compluvio, a través del cual entraba la luz y se veía el cielo, y justo debajo de él, el impluvio, de forma rectangular y con suelo de mosaico.
Detrás del impluvio, frente a la puerta de entrada, se hallaban el triclinio, (el comedor), a la izquierda, y a la derecha el tablinio, en el que el senador Flavio Valerio recibía por la mañana a sus clientes y libertos.
Adosado al atrio estaba el peristilo, que en la villa de los Cármenes no era un simple patio porticado, sino un auténtico jardín con árboles, en cuyo centro se encontraba una gran piscina con una fuente. Alrededor de todo ellos se levantaba una magnífica columnata dórica, a la que se abrían las habitaciones de la familia y estancias como la biblioteca y la sala de banquetes. Al fondo, el huerto y un bosquecillo que subía hasta el mismo corazón del Quirinal.”

àDefinición de cada una de las partes de una domus romana(palabras subrayadas)
àBuscar un dibujo de una domus romana y señalar las partes.
à Foro Boario. Consulta la wikipedia y di qué era.
à LA FAMILIA ROMANA: Consulta la página:
-Escribe la estructura de una familia y, después, sabiendo cómo ponían los nombres los romanos, crea tu propia familia romana en el siguiente enlace. (Cuidadín con las palabras elegidas…) Copia aquí el árbol familiar que el programa ha creado para ti en función de lo que has elegido:


Capítulo III.ANTE DIEM XVI KALENDAS APRILIS (16 días antes del 1 de abril= 17 de marzo)

“…
Fragmentos del diario de la joven Porcia
En el otoño del 464 post reges exactos. November
Ya ha sucedido. Hoy se han divorciado mis padres. Lo han hecho por la fórmula de repudio, que consiste en que el marido firma un papel en el que se halla escrita la frase ‘conditione tua non uxor’, o sea, ‘tu condición ya no es la de esposa’ y se lo manda a la mujer por medio de un liberto. ¡El colmo, vamos!
--¿Qué significa repudiar?—le he preguntado a Eunice.
--Pues es cuando el marido le manda decir a la mujer que junte su ropa y salga de la casa, porque ha dejado de ser su esposa.
--¿Eso es lo que ha hecho mi padre?
--Pues sí.
Me he puesto furiosa. He cruzado el jardín corriendo y he entrado como una tromba en el cuarto de estar de mi madre.
--¿Cómo puedes estar aquí tan tranquila cuando tu marido te acaba de hacer una faena semejante?—he gritado.
--Cálmate, Porcia—me ha contestado mi madre tendiéndome los brazos--. Ven aquí.
Yo la he abrazado llorando a mares, y ella, muy triste, me ha acariciado los cabellos.
--Nunca se lo perdonaré. Jamás se lo perdonaré a mi padre.
--Eres demasiado pequeña para entender ciertas cosas.
La serenidad de mi madre me ha exasperado aún más. Cuanto más hacía ella por calmarme, más lloraba yo.”

à ¿Te ha parecido actual la situación que describe Porcia? Anota qué ideas te han venido a la cabeza al leer la carta.
à Visita la página http://es.wikipedia.org/wiki/Familia_romana Anota aquí las causas por las podrían divorciarse en Roma.


Capítulo VI.  VALERIA
“Valeria contempló la campiña que se extendía bajo el intenso azul y se cubrió con el chal azafranado que la vieja Sextina había tejido para ella. El viento de marzo era frío, allá en la Umbría, y aunque habían empezado a brotar las hojas de algunos árboles, la primavera parecía retrasarse. ‘Pronto estarán los manzanos en flor’, pensó la joven. ‘Quizá entonces pueda regresar a Roma…’
Valeria era una muchacha alta, de cabellos rojizos y ojos profundos; su cuerpo, grácil y esbelto como un junto, irradiaba la cálida fragancia del refinamiento. Pronto se casaría: tenía 16 años y su abuelo, el senador Flavio Valerio, la había prometido al muy ilustre patricio Quinto Sempronio Cinna, que a sus 29 años aspiraba al cargo de cuestor. Los esponsales estaban previstos para los idus de abril (13 de abril). Entonces, el novio le entregaría a la novia el anillo y las monedas de plata que constituían las arras; habría un banquete, y la ya prometida recibiría regalos de amigos y parientes. Luego, pasado el verano, se celebraría la boda, y la muchacha dejaría de estar bajo la potestad del abuelo para someterse a la del marido, que ejercería sobre ella toda la autoridad y el poder que la ley le otorgaba. La pareja se casaría según la forma solemne de la confarreatio: el sacerdote más importante de Roma, el flamen dialis, ofrecería al dios Júpiter un pan de trigo y el abuelo de la novia pronunciaría las palabras rituales: ‘Mi hija doy a tu hijo…Háganse las nupcias’”.

à Define los siguientes términos según el contexto del texto que has leído: esponsales; arras; nupcias; boda.
àEnumera las coincidencias que hay en la actualidad en cuanto a la celebración de una boda con lo que se cuenta en el fragmento.
àBusca información en esta página y enumera las magistraturas (de carácter ordinario) que componían el cursus honorum (literalmente: la carrera del honor). El novio de Valeria iba a ser nombrado cuestor

Capítulo IX.  PORCIA
Era verano en la Campania cuando fuimos a Cumas a visitar a la Sibila. Subimos al monte Gauro y oramos en el templo de Apolo. Mi padre mandó sacrificar a Artemisa dos ovejas blancas para que los augurios me fuesen propicios. Me acampañó hasta la puerta de la caverna en la que vivía el oráculo y me esperó sentado en la gran piedra ritual, bajo la higuera, porque uno tiene que entrar solo si va en busca de su profecía. Yo estaba nerviosa y sentí mucho miedo al adentrarme en la cueva. Era un lugar tenebroso, un agujero excavado en la roca viva y oculto por una frondosa vegetación, tan tupida que impedía el paso de la luz. La voz de la Sibila me guió en la oscuridad. Yo apenas podía distinguir el brillo de sus ojos de lechuza.
--¿Cómo te llamas?—me preguntó.
--Porcia.
--¿Cuántos años tienes?
--He cumplido los doce.
--Acércate, Porcia. Arrodíllate a la derecha de mi trono y muéstrame las palmas de tus manos.
Hice lo que decía, y la vislumbré entre las sombras, sentada en su alto trono.
--¿Qué quieres saber?
--Quiero hallar mi destino. Mostradme, oh Sibila, el camino de mi libertad. No quiero depender de otros.
La Sibila tomó entre las suyas las palmas de mis manos, y yo sentí el punzante frío de la vida. Mi dolor fue tan grande que me destrozó el corazón.
--Eres valiente, niña. Podrás hallar el camino. Pero, te lo advierto, habrás de guiarte tú misma hacia la luz, y estarás sola.
--No me importa, oh Sibila.
--Escucha, pues, Porcia, que ésta es tu profecía.
Sibila recitó sus largos versos pero yo no los entendía… Cuando terminó de decir el verso, un silencio como de minutos se extendió por el antro. La adivina fue prese de grandes convulsiones y gritó agitando la cabeza.
--Ahora grábalos en tu mente hasta que llegue el día. Pero tengo que decirte una cosa: guárdate del buitre negro y de la espada. Y guárdate de los idus de marzo, Porcia, de los idus. Tras una breve pausa añadió:
--Levántate y regresa con tu padre—y con esto dio por concluida la consulta.
La saludé inclinando la cabeza y salí caminando de espaldas, tal como me habían indicado.

à Consulta la siguiente página y responde a las preguntas: http://es.wikipedia.org/wiki/Sibila_de_Cumas

a)¿Dónde está situada la Campania?
b) ¿Qué tenía de especial la Sibila?
c) ¿Qué papel ocupa el dios Apolo en la vida de las Sibilas y, concretamente, en la de la Sibila de Cumas?
d) ¿Qué deseo pidió la Sibila de Cumas? Crees que actuó con inteligencia?
e) Hay una historia muy curiosa sobre la Sibila de Cumas y el rey Tarquinio, el soberbio sobre unos libros… Cuéntala con tus palabras y adjunta con la historia la imagen de la Sibila que pintó Miguel Ángel en la Capilla Sixtina.


VALORACIÓN PERSONAL
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2. ¿Qué te ha parecido más curioso?

3. ¿Qué es lo que menos te ha gustado?

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