SIN RENCOR PERO CON PREOCUPACIÓN
Querido alumno:
¿De qué te quejas?
¿Tienes que madrugar mucho para venir al Instituto?
¿Tienes que madrugar mucho para coger el autobús que te trae cómodamente al Instituto?
¿Tienes que cargar con la pesadez de los libros para cada materia?
¿Tienes que aguantar el rollo de los profesores y profesoras?
¿No tienes tiempo de desayunar tranquilamente?
¿Los profesores y profesoras no te dejan hablar con tus amigos y amigas?
¿Hace mucho calor?
¿Son incómodas las sillas?
¿No tienes espacio en el pupitre, en el aula?
¿Entra demasiado el sol por las ventanas?
¿Las cortinas no dejan que entre el aire a la clase?
¿Tienes que leer los apuntes que te dan los profesores y profesoras y además entenderlos, comprenderlos y estudiarlos? (¡uf!)
¿Tienes que hacer en casa los ejercicios que te mandan los profesores y profesoras?
¿Tienes que corregir en clase los ejercicios? (otro ¡uf!
¿Te cansan los profesores y profesoras? (doble ¡uf!)…
Si tu respuesta es SÍ, siento decirte que te has equivocado al entrar en bachillerato y seguir estudiando…
Podrías entrar en el mundo laboral, tener un trabajo y ser independiente…, sólo que:
Si vas a trabajar también tendrás que madrugar.
Si vas a trabajar tendrás que cumplir con un horario.
Si vas a trabajar también dependerás de un transporte público hasta que ganes lo suficiente para pagarte uno propio.
Si vas a trabajar sólo dispondrás de un tiempo determinado para desayunar.
Si vas a trabajar deberás obedecer a tu jefe.
Si vas a trabajar no podrás hablar con tus amigos y amigas.
Si vas a trabajar puede que también estés incómodo…
Si vas a trabajar seguro que tendrás muchas obligaciones…
Si vas a trabajar seguro que te sentirás muy cansado…
¿Entonces, qué puedes hacer?
Si tú no tienes la respuesta, me temo que lo que yo diga no te va a servir. Sólo te diré:
¡Bienvenido al mundo real, donde todos nos cansamos y nos quejamos!
Con una gran diferencia:
-Sabemos lo que tenemos que hacer y lo hacemos.
-Nos gusta lo que hacemos.
-Sabemos cuál es nuestra responsabilidad y cumplimos. (Unas veces con más ganas y otras con menos, ¡así es la vida! Al menos, ponemos ganas. (y eso es mucho, ¡créeme!)
No te quejes más, por favor. Decide qué quieres hacer con tu vida y actúa en consecuencia. ¡Ya es hora!
Un saludo.
Con todo cariño.
Sin rencor pero con preocupación