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"Los jóvenes de hoy aman el lujo, tienen manías y desprecian la autoridad. Responden a sus padres, cruzan las piernas y tiranizan a sus maestros.”
Te sorprendería saber quién dijo esta frase. Evidentemente siempre ha habido y habrá conflicto generacional entre padres e hijos, alumnos, alumnas y su profesorado... ¡¡La frase la dijo SÓCRATES!!
NIHIL NOVUM SUB SOLE (NADA NUEVO BAJO EL SOL). El ser humano es el mismo siempre. Lo que sentimos ahora, lo que necesitamos ahora, siempre ha sido así. ¿Qué nos cambia, para bien, afortunadamente, en muchos casos? El avance tecnológico, la facilidad para poseer bienes materiales, la multitud de distracciones que tenemos a mano (antes solo había que buscar comida, buscar trabajo,...)
Siempre he pensando que esa facilidad para acceder a todo tipo de cosas que los jóvenes tienen hoy en día, sin esforzarse, sin ganárselo, sin haberlo sudado..., provoca equívocos en ellos y la consiguiente falta de valores: da igual que estropeen algo que no es suyo, da igual si suspenden por falta de estudio;da igual si hacen daño a su familia con su comportamiento; da igual si no hacen nada en clase; da igual si echan a perder su vida,... Da igual porque no lo ven, no se dan cuenta. Carecen de valores. (leer: Decálogo para formar un delincuente)
No soy alarmista, la realidad es así, todos los días lo compruebo, (también es verdad que hay días maravillosos en los que descubres unos ojos, un gesto, una palabra,... que te carga de energía positiva). Por eso sé que esto tiene remedio pues los valores se pueden adquirir, se pueden aprender en cualquier momento y sé que a cada uno le llegará el suyo, su momento. (leer: testimonio de los jóvenes: EL JUEZ QUE ME SALVÓ LA VIDA).
Otro asunto preocupante es la carga tan grande que echan a la escuela, ea instituto, al profesorado,...En un centro educativo continuamos la educación, no empezamos a educar. Estoy de acuerdo con la respuesta de Fernando Savater. (leer a continuación)
«Los niños llegan a la escuela sin disciplina porque las familias eluden educarlos»F.S.
PREGUNTA:Con frecuencia los padres se quejan respecto a la falta de incentivo para estudiar de los jóvenes y culpan de ello a la escuela. ¿Qué lugar ocupa la familia en este desánimo?
RESPUESTA:Precisamente sería la familia la que tendría que realizar esa estimulación. El niño, en principio, no tiene ningún entusiasmo por la escuela porque no conoce los bienes que puede obtener por medio de la educación escolar; somos los adultos quienes sabemos lo que puede dar la escuela. Los padres son los que tendrían que convertirse en abogados y propagandistas de ella para que el niño acuda con interés, y también ayudarle en sus tareas. La escuela no es un lugar que deba ser divertido o entretenido o que deba auto justificarse, sino que el impulso hacia ella debe venir de la dimensión sentimental, familiar.
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EL JUEZ QUE ME SALVÓ LA VIDA Emilio Calatayud se reencuentra con tres jóvenes a los que condenó
Enrique Edad: 21 años Profesión: dibujante e ilustrador
«Al llegar la citación del juzgado, aluciné: `Qué es esto´. Y fui acojonado; no entendía nada. Mi padre me decía: `Lo mismo te ponen a plantar árboles´. `¿Plantar árboles?´, dije: `Vas a ir tú a plantarlos´. Yo era totalmente inocente: llevaba mi carné de conducir, pero ignoraba que el ciclomotor de mi padre tenía vencido el seguro y que en aquel tiempo era infracción penal circular sin él. Me correspondía pasar cuatro fines de semana en un centro de día para menores delincuentes, algo que yo no era. El primer y único día allí dentro lo pasé fatal: no entendía qué hacía allí. Entonces, Emilio me salvó y, sabiendo que me gustaba el dibujo, me mandó hacer un cómic con lo que me había pasado y visitar un hospital de tetrapléjicos. Me autorizó, además, para que dibujara en mi casa, sin volver al centro de día. Sin embargo, yo no quería hacer ninguna de esas dos cosas. No tenía sentimiento de culpabilidad. Ahora veo que la experiencia me ha valido para conocer a Emilio y haber podido ilustrar su libro.»
Federico Edad: 23 años Profesión: proyectista eléctrico
«Fui al juzgado con 14 años, por un robo de motos con intimidación. Robábamos con unos colegas para echar el rato o sacar dinero y pasarlo en grande. No me faltaba nada: mis padres son profesores de ESO y bachillerato, pero nos llevábamos todos mal: yo no quería estudiar, vivía en la calle, y ellos se peleaban, incluso físicamente. También yo me llevaba golpes. Empecé en libertad vigilada; después pasé por dos reformatorios. Del primero salí peor: a los porros le sumé la cocaína y las pastillas. En el segundo vi que quería salir y estudiar. En un año y medio tenía el graduado escolar y el acceso al grado medio de electricidad. Me correspondían casi tres años de reclusión; Emilio me la acortó por el esfuerzo que estaba haciendo: saqué las mejores notas y recibí el pin de oro al mejor estudiante. Luego hice el grado superior y me iré a Jaén a estudiar Ingeniería Eléctrica. Ahora vivo y trabajo en Granada, tengo una buena mujer a mi lado, mis padres están encantados con los cambios y nos llevamos muy bien.»
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"Decálogo para formar un delincuente" por Emilio Calatayud
El popular juez de menores de Granada, Emilio Calatayud, conocido por sus sentencias educativas y orientadoras, ha publicado un libro "Reflexiones de un juez de menores" (Ed.Dauro) en el que inserta un "Decálogo para formar un delincuente ". Es muy interesante. Dice así:
1: Comience desde la infancia dando a su hijo todo lo que pida. Así crecerá convencido de que el mundo entero le pertenece.
2: No se preocupe por su educación ética o espiritual. Espere a que alcance la mayoría de edad para que pueda decidir libremente.
3: Cuando diga palabrotas, ríaselas. Esto lo animará a hacer cosas más graciosas.
4: No le regañe ni le diga que está mal algo de lo que hace. Podría crearle complejos de culpabilidad.
5: Recoja todo lo que él deja tirado: libros, zapatos, ropa, juguetes. Así se acostumbrará a cargar la responsabilidad sobre los demás.
6: Déjele leer todo lo que caiga en sus manos. Cuide de que sus platos, cubiertos y vasos estén esterilizados, pero no de que su mente se llene de basura.
7: Riña a menudo con su cónyuge en presencia del niño, así a él no le dolerá demasiado el día en que la familia, quizá por su propia conducta, quede destrozada para siempre.
8: Dele todo el dinero que quiera gastar. No vaya a sospechar que para disponer del mismo es necesario trabajar.
9: Satisfaga todos sus deseos, apetitos, comodidades y placeres. El sacrificio y la austeridad podrían producirle frustraciones.
10: Póngase de su parte en cualquier conflicto que tenga con sus profesores y vecinos. Piense que todos ellos tienen prejuicios contra su hijo y que de verdad quieren fastidiarlo.