Aprovechando que se cumple el 20 aniversario de la publicación del libro ‘Ética para Amador’ de FERNADO SAVATER, os pongo la interesante reflexión que hace en su primer capítulo deseando que saquéis buen provecho de su lectura y os anime a leer el libro enterito (yo, os lo confieso, me lo voy a leer de nuevo. Gracias, maestro).
Ahí va:
“Hay ciencias que se estudian por simple interés de saber cosas nuevas; otras, para aprender una destreza que permita utilizar algo; la mayoría para obtener un puesto de trabajo y ganarse con él la vida… Como nadie es capaz de saberlo todo, no hay más remedio que elegir y aceptar con humildad lo mucho que ignoramos. Se puede vivir sin saber astrofísica, ni ebanistería, ni fútbol, incluso sin saber leer ni escribir: se vive peor, si quieres, pero se vive. Ahora bien, otras cosas hay que saberlas porque en ello, como suele decirse, nos va la vida. Es preciso estar enterado, por ejemplo, de que saltar desde el balcón de un sexto piso no es cosa buena para la salud; o de que una dieta de clavos (¡con perdón de los faquires!) y ácido prúsico no permite llegar a viejo. Tampoco es aconsejable ignorar que si uno cada vez que se cruza con el vecino le atiza un mamporro las consecuencias serán antes o después muy desagradables. Pequeñeces así son importantes. Se puede vivir de muchos modos pero hay modos que no dejan vivir.
En una palabra, entre todos los saberes posibles existe al menos uno imprescindible: el de que ciertas cosas nos convienen y otras no. No nos convienen ciertos alimentos ni nos convienen ciertos comportamientos ni ciertas actitudes. Me refiero, claro está, a que no nos convienen si queremos seguir viviendo… Pero de momento vamos a suponer que lo que preferimos es vivir: los respetables gustos del suicida los dejaremos por ahora de lado. De modo que ciertas cosas nos convienen y a lo que nos conviene solemos llamarlo ‘bueno’ porque nos sienta bien; otras, en cambio, nos sientan pero que muy mal y a todo eso lo llamamos ‘malo’. Saber lo que nos conviene, es decir: distinguir entre lo bueno y lo malo, es un conocimiento que todos intentamos adquirir –todos sin excepción—por la cuenta que nos trae.”
Dedicado a mis alumnos y alumnas de 4º de ESO, especialmente a uno...(y él sabe por qué)
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